3 obstáculos que debes saltar para conseguir tu milagro
Written by Avivamiento on 23/06/2023
¿Qué haces cuando te enfrentas a situaciones como las siguientes? El médico dice que no hay nada que hacer, porque no hay cura para tu enfermedad; el banco dice que estás arruinado y no tienes alternativa, pues van a rematar tu casa; o quizás tu hogar está por destruirse.
En casos como estos, naturalmente no hay nada que puedas hacer para cambiar las circunstancias a tu favor, pero con Dios es diferente. Él te dice hoy como a Jairo el principal de la sinagoga en Marcos 5:36 “No temas, cree solamente”. Si temes no cambiará tu situación, pero si escuchas hoy la voz de Dios y crees en Él, tendrás una opción. A continuación te presento 3 obstáculos que debes saltar para conseguir tu milagro:
1. Posición. A veces tenemos que hacer cosas inusuales como lo hizo Jairo en el pasaje de Marcos 5:21-43. Él tenía un cargo muy importante, y la religión misma se había unido para decir que el que se acercara a Jesús, sería expulsado de la sinagoga. Él pudo haberse quedado en su limitación y con el temor a ser expulsado, perdiendo así su cargo, pues era el principal de la sinagoga; pero su situación era apremiante, su hija estaba agonizando y él sabía que su única esperanza estaba en Jesús.
Mira lo que dice en Juan 12:42-43 “Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios”. Este hombre venció algo que es difícil, pero aún así se murió su hija y tal vez pudo sentir vergüenza y decepción, pero vino una palabra de Jesús que le dijo: “No temas, cree solamente”. Así que si necesitas un milagro, lo primero que debes hacer es saltar por encima de tu posición y tener tu fe puesta en Dios, pues esto te dará una opción.
2. Tradiciones Religiosas.- En nuestro ejemplo, vemos que Jairo también tuvo que pasar por encima de la tradición que decía que los judíos no se postraban ante los hombres, y al no ser Jesús reconocido como Hijo de Dios por la religión, no se debía postrar ante Él. Pero su situación era tan grave, que aún así saltó por encima de las tradiciones religiosas, se postró ante Jesús e hizo una confesión pública de su fe en Él. Marcos 5:22-23 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
A lo largo de estos más de 20 años que llevamos de ministerio, hemos visto cómo estas tradiciones religiosas le roban la bendición y los milagros al pueblo de Dios. Por eso a continuación voy a mencionar dos de ellas que considero de suma importancia.
La primera es ese concepto errado que tenemos de lo que es fe, tergiversando el pasaje que está en Santiago 4:15 “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.
Si leemos los versículos anteriores vemos en contexto que a la hora de referirnos al futuro, no debemos afirmar algo, sino anteponerle “Si Dios quiere”.
Pero muchos cristianos religiosamente están aplicando esta expresión a sus bendiciones y por eso no las reciben. Si Dios quiere sanarme, si Dios quiere liberarme, si Dios quiere bendecirme. Por eso, a continuación voy a mencionar algunos pasajes que respaldan lo que estoy diciendo:
Mateo 8:2-3 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
3 de Juan 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Hebreos 6:13-14 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
Entonces hay algo que debes entender, Dios quiere tu sanidad, Dios quiere tu liberación, Dios quiere que seas prosperado, Dios quiere tu milagro.
Ahora vamos con la segunda tradición que quiero mencionarte: El no pedir. Quizás te son familiares frases como a Dios no hay que pedirle o yo no le pido mucho a Dios para no molestarlo. Pero, ¿qué dice la Biblia acerca de esto? Lucas 11:9 “Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Dios quiere que le pidamos, pero no cualquier cosa, sino que le pidamos cosas buenas. Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
3. Los llorones.- El tercer y último obstáculo que debes saltar en la carrera a tu milagro son los llorones, no debes escucharlos. Ellos son los que te desaniman, los que se quejan, los pesimistas; y estos pusilánimes no deberían caminar con los creyentes. Deuteronomio 20:8 “¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo”.
Finalmente, debes saber que siempre en la carrera por un milagro vamos a tener que enfrentar dificultades, pues es la carrera de la fe. Pero hay que perseverar, hay que batallar hasta vencer. No te rindas, pues si crees en Dios tendrás una opción.
Dile: Señor yo voy a creer, no me voy a detener ni voy a oír voces extrañas, por encima de toda oposición decido confiar y descansar en ti. En el nombre de Jesús. Amen.