El pasado 30 de diciembre, vivimos un tiempo sin igual en la historia del Centro Mundial de Avivamiento, la pandemia no impidió que cientos de miles de personas en todo el mundo, pudieran ser parte de este cierre de año que traspasó fronteras con un mensaje inolvidable.
Para muchos el 2020 fue un año para reinventarse, ya sea laboral, social o familiarmente, todos vivimos momentos que recordaremos, pues Dios, a pesar de las dificultades, nos llevó a volar más alto que las dificultades y nos convirtió en pioneros.
Para este año, en el que especialistas y medios de comunicación prevén muchas dificultades socio económicas, Dios nos ha dicho que es tiempo de levantar las anclas de nuestras vidas. Tal como le sucedió a Abraham, es tiempo de salir de la tienda de nuestras limitaciones y ver las estrellas de las promesas de Dios. Para otros, levantar las anclas significa dejar la tibieza, tomar una firme decisión por Dios y seguirlo con todo el corazón, fieles y radicales por Él.
No te quedes a mitad de camino, Dios desea que avances, que tu corazón arda en pasión por Dios y Su Palabra. Que le sirvas y en todas las áreas de tu vida, Dios sea el centro. Así mismo es tiempo de alejarte de personas que al igual que Lot, limitaban la visión que Dios le había entregado a Abraham.
Génesis 15:1
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Levanta tus anclas, porque este será el año que seremos conducidos por Dios a la victoria total.
