Hay un pasaje de la biblia que dice: Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. (Eclesiastés 10:1)
Esas moscas muertas, son locuras muy peligrosas en nuestro diario caminar, para muchos pueden parecer unas pequeñas mosquitas insignificantes, pero esos insectos son capaces de destruir un maravilloso perfume.
Salomón es un ejemplo sorprendente de este pasaje, la biblia nos cuenta que cuando él era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. (1 Reyes 11:4)
El rey Uzías también es un claro ejemplo de las moscas que pueden acercarse a nuestro perfume, la biblia dice de este hombre que hizo lo recto ante los ojos de Dios y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó. (2 Crónicas 26)
¿Te imaginas que la biblia diga algo tan sorprendente de ti?
Dios le permitió conquistar, construir, avanzar, edificar y mucho más, pero cierto día el corazón de Uzías se enalteció porque quiso entrar al templo de Dios y hacer la labor que solo les correspondía a los sacerdotes. En ese mismo instante la lepra le vino y murió en esa horrible condición, su final realmente fue muy triste porque de no haberse enaltecido su corazón, habría pasado a la historia como uno de los más grandes reyes de Israel y sería un héroe de la fe, pero esa locura hizo heder su perfume.
El apóstol Pablo dijo: Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. (1 Corintios 9:25)
Moisés y la ira, David y la lujuria, el rey Asa y su confianza en los hombres antes que en Dios, Ananías y Safira mintiendo al Espíritu Santo y otras historias, son señales que Dios nos dejó en su palabra para que cuidemos nuestro perfume, nuestro corazón, y podamos pasar a la historia como personas llenas del Espíritu Santo, que son ejemplo para miles.
El salmista dijo:
¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Espantemos esas moscas, no permitamos ninguna de esas pequeñas locuras en nuestras vidas. (Salmos 19:12-14)
Señor perdona todos mis pecados, aun los que me son ocultos, lávame de toda maldad, líbrame de las soberbias y de toda mosca que hay en mi vida. Perdón por aquellas locuras que he cometido, cambia mi corazón y ayúdeme a terminar mi carrera en victoria, para exaltar tu nombre.
