4 Razones para gozarte en la prueba
Written by Avivamiento on 15/09/2023
¿Sabías que hay un muro de protección alrededor de cada uno de nosotros? Satanás lo sabe y por eso no puede tocarnos… ¡Nadie te puede tocar!
Pero quizá, ese que te iba a agredir traspasó la barrera y te sientes desprotegido, sabes que no tienes por qué estar viviendo eso, fue lo que le pasó a Job, Dios quitó el cerco de protección y él entró en un estado espiritual que se conoce como la prueba de vuestra fe.
La Escritura nos dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” Santiago 1:2.
Hay muchos ejemplos en la Biblia que nos inspiran a tener gozo en medio de la prueba, y dirás: ¿Gozarme en la prueba? ¿Por qué?
Hay 4 razones que te ayudarán a entender por qué debes gozarte en medio de la adversidad:
1. Jesús está con nosotros: Cuando Daniel fue metido al foso de los leones, seguramente hasta el último momento se preguntaba ¿Dónde estás Señor? Eso es lo que pasa, cuando estás cayendo en el foso, Dios hace silencio, pero cuando estás adentro ves el Ángel de Jehová, que es Jesús.
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” Sal. 34:7
Jesús siempre está contigo, pero es en el horno de fuego, en la prueba, cuando Él se deja ver.
2. No vas a sufrir daño: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” Isaías 43:2. Al salir del horno de la prueba no sufrirás ningún daño, ni olor a quemado tendrás.
3. Otros van a creer en Jesús: Vendrá una unción de fe a causa de tu testimonio, que otros creerán y confiarán en Dios. “Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos” Cuando te vean salir de la prueba, otros creerán en Jesús.
4. El enemigo nunca más estará: Cuando Daniel salió del foso, no sólo fue librado, sino que, a sus enemigos, mujeres e hijos, los echaron al foso de los leones. Fue libre para siempre der sus adversarios.
Es por eso, que tú, al igual que Daniel, en medio de la prueba verás a Jesús caminando contigo, no sufrirás daño alguno y verás, al salir, que otros creyeron en Jesús, tú serás librado de tus enemigos y tus hijos nunca más los tendrán que enfrentar.